- Distintos son los actores que participan en el negocio de las algas y en todos los eslabones de esa cadena productiva se cometen irregularidades que permiten la comercialización ilegal de algas.
- Expertos señalan que fiscalizar las faenas de pesca es difícil y poco eficiente por lo que los esfuerzos deben concentrarse en las grandes empresas.
- Según datos del Servicio Nacional de Pesca, las plantas elaboradoras concentraron el 69 % de los decomisos de algas en 2020 y la empresa donde se decomisó la mayor cantidad, 112 toneladas, fue Productora de Algas Marinas LTDA (Prodalmar), premiada en 2009 en la categoría de empresa exportadora por Prochile.
Michelle Carrere, Mongabay Latam. Las algas marinas son las responsables de producir el 50 % del oxígeno que respiramos. De hecho, según el Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL), las algas producen mucho más oxígeno que los bosques en la tierra. Además, absorben grandes cantidades de dióxido de carbono por lo que su conservación es importante para mitigar el cambio climático. Pero no solo eso, sino que funcionan como barreras naturales contra marejadas y tsunamis, y son imprescindibles para resguardar la biodiversidad de los océanos, considerando que, al igual que los arrecifes de coral, son el hogar de cientos de especies marinas.
Algunas de estas algas, principalmente el huiro negro (Lessonia berteorana) y el huiro palo (Lessonia trabeculata), son especies de gran importancia comercial para Chile. De ellas se extrae un carbohidrato llamado alginato que es utilizado en una gran cantidad de productos de la industria alimentaria como: postres, helados, lácteos, salsas y condimentos. Pero también es aprovechado por la industria textil, farmacéutica y la dental para la fabricación, por ejemplo, de cremas y pasta de dientes.
Hasta el año 2000, todas estas algas eran recogidas en la playa por pescadores recolectores cuando, tras una marejada, el mar las arrancaba del fondo y las dejaba varadas en la orilla. A partir de ese año, sin embargo, la expansión de la industria de alginato aumentó la demanda de algas, las que comenzaron a ser también extraídas de manera dirigida para luego ser exportadas principalmente al mercado asiático donde se encuentran las plantas productoras de alginato.
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