La Dra. Mireia Mestre fue reconocida con el “Deep-Sea Biology Society Landmark Paper Award” que acredita una de sus investigaciones sobre el océano profundo como la mejor durante los últimos tres años.

Microscopía: muestra una partícula marina con bacterias.
Andrea Navarro, Centro IDEAL. “Es un gran honor recibir este reconocimiento por parte de una institución tan prestigiosa, importante y de referencia internacional”. Con estas palabras, la científica del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh), Dra. Mireia Mestre, resume el recibimiento del “Deep-Sea Biology Society Landmark Paper Award”, premio que acredita una de sus investigaciones sobre el océano profundo como la mejor durante los últimos tres años.
El reconocimiento fue entregado por la International Deep-Sea Biology Symposium y destaca los avances actuales y más importantes en investigación que revelan información clave, desafían la comprensión actual, anulan paradigmas o refuerzan significativamente el campo de la biología de aguas profundas.
La científica obtuvo el premio gracias a su trabajo “Sinking particles promote vertical connectivity in the ocean microbiome”, investigación que descubrió que las comunidades de microorganismos del fondo del mar proceden de partículas colonizadas en la superficie. Su estudio fue publicado en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Mientras realizaba su tesis doctoral en el Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona (ICM-CSIC), la Dra. Mestre participó en la expedición de circunnavegación Malaspina 2010, a bordo del buque de investigación oceanográfica Hespérides de la Armada española. En ella, científicos de diversos países tomaron cerca de 200 mil muestras de agua, plancton, partículas de atmosféricas y gases para estudiar la biodiversidad del océano y el impacto del cambio global en el ecosistema oceánico.
Tras la campaña, la científica caracterizó las comunidades microbianas marinas asociadas a partículas de distinto tamaño y a diversas profundidades, desde la superficie hasta 4.000 metros de profundidad, en ocho estaciones muestreadas en el Océano Atlántico, Océano Pacífico y Océano Índico.

El trabajo de la Dra. Mestre fue considerando el mejor del océano profundo dentro de los últimos tres años. Fotografía: Lorenzo Palma.
“Nuestros hallazgos cambian la visión que teníamos hasta ahora de cómo funciona el microbioma marino, y por ello nos ayuda a entender mejor los océanos. Ahora sabemos que los microorganismos presentes en las distintas capas de agua no son entidades aisladas y que están íntimamente conectados a través del flujo de partículas, y que esto ocurre a nivel global en el océano”, concluyó la Dra. Mestre.