Ariel Diéguez, LUN. “Magallanes es un laboratorio natural y este fiordo, que es el que tiene mayor resguardo, porque está en un área protegida, puede presentar los parámetros necesarios para que podamos entender cómo el cambio climático va a afectar a la Patagonia”, afirma Marco Pinto, Biólogo marino y estudiante de doctorado en Acuicultura del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh)
Centenares de ballenas jorobadas viajan cada año desde Centroamérica a la Antártica y un puñado de ellas hace una larga escala para alimentarse en este rincón del Estrecho de Magallanes. No están solas. Entre noviembre y mayo, jorobadas, francas, sei y orcas conviven en el callejón sin salida llamado, era que no, Seno Ballena.
“Es un parque marino bastante importante y es bueno entender cómo son los procesos oceanográficos en ese sector”, dice Max Frangopulos, investigador de la Universidad de Magallanes y del Centro IDEAL”.
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