Ricardo Glesecke, Revista Muy Interesante. En los fiordos y canales australes de Chile vive una especie de cangrejo llamado Munida, más conocido como langostino de los canales. No se sabe por qué, pero dependiendo si vive en la columna de agua (flotando) o sobre el fondo marino, adopta formas diferentes, aun cuando se trata de la misma especie. La Munida gregaria (de forma subrugosa), por ejemplo, vive durante todo su estado adulto en el fondo marino, mientras que Munida gregaria se encuentra adaptada para vivir nadando en la columna de agua. Ésta es la única especie del genero Munida que presenta este particular cambio en su morfología
Este pequeño cangrejo cumple una función muy similar a la del kril patagónico (Euphausia vallentini) en la cadena alimenticia, pues sirve de comida para las ballenas, aves, lobos marinos y peces. La diferencia, es que es hasta 40 veces más grande y posiblemente presenta una biomasa mucho mayor a la del krill en los fiordos y canales patagónicos. Munida gregaria es una de las pocas especies de Munida que tiene la capacidad de generar enjambres de gran envergadura, los que pueden ser fácilmente vistos porque suelen teñir el océano de color rojo. Los primeros registros de avistamientos de enjambres de Munida datan del siglo XVI. El pirata, explorador e historiador naturalista, William Dampier, en el libro A New Voyage round the World (1697) detalla que el mar comenzó a adquirir una coloración rojiza, la que fue perceptible a lo largo de una milla durante la navegación hacia las islas Malvinas, siendo esto ocasionado por unas pequeñas langostas de color rojo.
La distribución de Munida ha llamado enormemente la atención a la comunidad científica, debido a que es una de las pocas especies que ha logrado atravesar la barrera geográfica del Pacífico este, que se extiende por 7500 km y que separa a Oceanía de las costas de América del Sur y que normalmente previene la dispersión exitosa de especies entre ambos continentes. Dado que esta especie está ausente en las islas del Atlántico Sur, es altamente probable que las poblaciones provengan de Nueva Zelanda y Australia, siendo posteriormente transportadas hacia Pacífico Oriental y hacia el Atlántico a través del Estrecho de Magallanes. Se cree que la expansión de Munida por el Pacífico e ingreso al océano Atlántico ocurrió durante el Pleistoceno (entre 220 mil y 160 mil años atrás) a través de la Corriente Circumpolar.
El Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) estudia el comportamiento de la Munida, su rol como modelador de la trama trófica y los efectos que puede tener el cambio climático en los fiordos y canales del sur de Chile sobre sus poblaciones. En el Estrecho de Magallanes, la biomasa de Munida gregaria ha sido estimada en cerca de 24.500 toneladas, lo que equivale a una población de 4.569 millones de individuos. Dada la enorme biomasa, se han hecho esfuerzos de incluir esta especie como un recurso explotable, considerando tiene un potencial de extracción de 12 mil toneladas al año, lo que podría ayudar a la diversificación de la pesquería con el fin de reducir el esfuerzo pesquero sobre la Centolla (Lithodes santolla) y Centollón (Paralomis granulosa), recursos altamente cotizados en la zona y cuyas poblaciones se han reducido drásticamente durante las últimas décadas.
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