El tesista Maximiliano Vergara participó en el último crucero de invierno del programa Antarctic Marine Living Resources (AMLR) del National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) en el continente blanco. El objetivo de la campaña fue estudiar las condiciones en las que se encuentran los principales recursos vivos de la zona.
¿Cuáles especies de microalgas son capaces de crecer durante los meses de invierno en la Antártica? Esa es la principal pregunta que un grupo de científicos del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) pretende responder a través de las muestras extraídas en una campaña liderada por el Dr. Christian Reiss del National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), en la que participaron 25 científicos a bordo del rompehielos estadounidense Nathaniel B. Palmer y que tuvo un mes de duración.
Para contestar la interrogante, el biólogo marino y candidato a doctor del programa Ciencias de la Acuicultura de la Universidad Austral de Chile y tesista del Centro IDEAL, Maximiliano Vergara, participó en el último crucero de invierno del programa del NOAA, Antarctic Marine Living Resources (AMLR) en el continente blanco. La expedición tuvo como objetivo estudiar las condiciones en las que se encuentran los principales recursos vivos de la Antártica, como el krill.
El proceso de muestreo cubrió un área de alrededor de 106 mil kilómetros cuadrados, que abarcó desde el este de la Isla Elefante, hasta el oeste del Estrecho Gerlache en la península Antártica. Una de las principales novedades de la expedición fue que por primera vez en invierno se utilizó el Fast Repetition Rate Fluorometer (FRRF), un sensor para medir la actividad fotosintética y el estado fisiológico del fitoplanton.
“Se registraron los parámetros fisiológicos de las microalgas bajo condiciones extremas de baja temperatura, disminución de luz y formación de hielo en el océano antártico. Estos son resultados únicos y claves para entender cuáles especies son capaces de crecer durante los meses de invierno”, explicó el investigador del Centro IDEAL, Dr. José Luis Iriarte, quien también colabora en el estudio.
Paralelamente, se tomaron muestras para determinar la alcalinidad total, lo que permitirá conocer el estado de saturación del carbonato de calcio en el mar de la península Antártica durante invierno y correlacionar esos valores con los obtenidos con el sensor FRRF, y así estimar el efecto del fitoplancton sobre el sistema de carbonato. El carbonato de calcio es lo que le permite a los organismos construir sus estructuras óseas, tanto para vertebrados como para invertebrados. Estas muestras serán analizadas en el laboratorio de referencia del Dr. Rodrigo Torres en el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) en Coyhaique.
“Fue muy gratificante trabajar con la gente del NOAA, pues su nivel de investigación es altísimo. Aprendí sobre los ecosistemas antárticos, las dinámicas del krill de la antártica y la productividad natural del sistema, entre otros temas. No es fácil realizar oceanografía en un barco en un clima tan hostil como el océano Austral”, comentó Vergara.

El tesista del Centro IDEAL, Maximiliano Vergara, realizó un charla en INACH. Fotografía: Harry Díaz.
Al término de la expedición, Vergara dictó una charla en el Instituto Antártico Chileno (INACH), que tuvo como objetivo dar a conocer el marco de la investigación, las tecnologías que se utilizaron al interior del barco y los equipamientos que tenían disponibles.